La pandemia de coronavirus dejaba este lunes más de 3.000 muertos en Estados Unidos, mientras que el número de infectados superó los 163.000, según el balance de la Universidad Johns Hopkins, cuyos datos se toman como referencia.
Estados Unidos es, por mucho, el país del mundo con el mayor número de casos confirmados (163.429), con 3.008 muertes, superando la cifra nacional más alta al colocarse por delante de Italia, España y China. La marca de los 2.000 muertos la había rebasado el sábado.
El presidente Donald Trump ha sido criticado por una respuesta inicialmente lenta del gobierno federal a la propagación del virus, que ahora se está acelerando.
Las escenas desgarradoras de hospitales en Nueva York y en otros lugares revelaron un sistema de salud no preparado con suministros básicos como máscaras faciales, además de dispositivos que salvan vidas como los respiradores.
El domingo, Trump canceló sus planes de reactivar la actividad económica y reabrir gran parte del país para Semana Santa, el 12 de abril, y extendió las pautas de distanciamiento social hasta fines de abril, luego de que sus principales asesores científicos lo confrontaran con datos sobre la creciente crisis del coronavirus.
Trump dijo que la tasa de mortalidad de Estados Unidos probablemente aumentaría durante dos semanas, y describió como «horrible» una predicción del científico principal Anthony Fauci de que la epidemia de COVID-19 en el país podría cobrar entre 100.000 y 200.000 vidas.
AFP.
