Nacido en Chicago y en la cima del estrellato por una serie de éxitos en los años 90, R. Kelly fue durante años una de las principales figuras de la música R&B pese a una larga lista de acusaciones de abuso sexual.
Pero ahora, casi 30 años después de que se documentara por primera vez que abusó de un menor, el artista de 54 años enfrenta cadena perpetua después de que un jurado de Nueva York lo condenara por dirigir una red criminal que reclutó a adolescentes y mujeres de las que abusó sexual, emocional y físicamente.
El ganador de tres premios Grammy, cuyo verdadero nombre es Robert Sylvester Kelly, ha vendido más de 75 millones de discos en el mundo, siendo uno de los músicos de R&B más exitosos en términos comerciales, con hits como «I Believe I Can Fly».
Pero siempre lo persiguieron los rumores de actividad sexual ilegal y el artista cada tanto arreglaba acusaciones de abuso fuera de los tribunales.
En su alegato de cierre, la fiscal Elizabeth Geddes dijo que el «universo» que el cantante de 54 años creó permitió que sus empleados y su entorno apoyaran su comportamiento criminal.
La defensa, por su lado, dijo en el cierre de su presentación que Kelly era un «símbolo sexual» que llevó una «vida de playboy» a la que están acostumbradas las celebridades.
Pero el jurado, integrado por cinco mujeres y siete hombres, lo declaró culpable de todos los cargos. Los fiscales de Chicago presentaran 10 cargos de abuso sexual agravado contra él y luego fue acusado por fiscales federales tanto de Illinois como de Nueva York.
Desprestigiado y supuestamente en la ruina, Kelly, quien fue encarcelado sin fianza, fue condenado por un tribunal de Brooklyn y conocerá su sentencia el 4 de mayo de 2022.
Pero ese no será el fin: aún debe ser juzgado por en tres otras jurisdicciones.