Las autoridades sanitarias del condado de Palm Beach (Florida, EE UU) emitieron este lunes una alerta sanitaria por la presencia de algas tóxicas en el lago Okeechobee, el mayor de agua dulce de este estado, cuyas descargas controladas de agua han causado la proliferación de la bacteria dañina en varios estuarios.
Una muestra de agua recogida el 9 de junio del lago arrojó un alto nivel de toxinas. Así lo indicó en un comunicado el Departamento de Salud de Florida (FDH, por sus siglas en inglés) en el condado de Palm Beach, al norte de Miami.
Las autoridades sanitarias recomendaron a los residentes y visitantes no beber agua, nadar o practicar el esquí acuático en aquellos lugares «donde haya una floración visible» de esta alga de color verde azulado maloliente.
Tampoco se debe cocinar ni limpiar los platos con agua contaminada por estas algas, aunque se haya hervido, advirtió el comunicado.
El FDH informó, no obstante, que es seguro comer pescado capturado en lagos de agua dulce que experimentan floraciones de este tipo, aunque se debe enjuagar con agua corriente y cocinar bien.
Entre los factores ambientales que contribuyen a la proliferación de estas algas turquesas figuran los «días soleados, las temperaturas cálidas del agua, las condiciones del agua quieta y el exceso de nutrientes».
Las floraciones pueden aparecer durante todo el año, pero son más frecuentes en verano y otoño. Muchos tipos de algas verdiazuladas pueden producir toxinas.
Los Everglades, el enorme humedal localizado en el sur de Florida, se encuentra amenazado tanto por la alarmante salinización de sus acuíferos, a consecuencia del aumento del nivel de mar, como por las descargas controladas de agua contaminada del lago Okeechobee en ríos y estuarios, para evitar su desbordamiento, que han generado la proliferación de algas tóxicas en varios estuarios.